Distancia: 7,1 km
Tiempo aproximada: 3 horas
Desnivel (positivo): 156 m
Circular: circular
Inicio/fin: aparcamiento de Baquedano
Dificultad: baja
Aspectos destacados: río de aguas turquesas sobre calizas, hayedo, reserva natural
Los ríos Ega y Urederra forman parte de la Zona de Especial Conservación dentro de los espacios naturales protegidos de Navarra. Entre sus valores destacan los acantilados calizos, cuevas y ríos alpinos y lagos eutróficos a nivel geológico y formaciones de hayedos, robledales o bosque de ribera así como diferentes especies de peces, aves o mamíferos en el biológico.
El tramo superior del río Urederra, la cabecera del valle de Amescoa (comarca de Tierra Estella – Lizarraldea), es un ejemplo de la fragilidad de estos ecosistemas. Tras su protección como Reserva Natural y a raíz del gran número de visitantes que recibía (más de 150.000 al año), se limitó el número máximo que pueden entrar en la Reserva pero también se prohibió el acceso al tramo final del Nacedero, los últimos 500 metros de río hasta la base de las paredes de Ubaba.
Reserva
La realización de esta ruta comienza unas semanas antes. Es necesario realizar la reserva para acceder al aparcamiento de Baquedano y a la propia ruta. Este es el enlace. Compruebas si hay plazas para tu fecha, introduces tus datos, seleccionas fecha y tramo horario y realizas el pago. Una vez hecho te llega un mensaje con un QR para el acceso.
Acceso
Llegamos a Baquedano por la NA 7187, en nuestro caso desde Pamplona unos 60 km en una hora. En la entrada del pueblo, a la derecha, está la barrera automática del aparcamiento. Presentamos el código QR y dejamos el coche. Preparamos las mochilas para una mañana dura de sol, que estamos en plena ola de calor.
El río y el hayedo
Salimos directamente del aparcamiento por la Calle de la Cuesta y pasando por delante del frontón. Al pasar por delante del Restaurante Urederra decidimos reservar la comida para la vuelta, al mediodía. Buena decisión, una preocupación menos. La calle se convierte en pista de tierra que asciende ligeramente durante un kilómetro.
Tras pasar el merendero hay un panel informativo y una bifurcación. Siguiendo las indicaciones vamos por la izquierda y comenzamos a bajar. Nos internamos en un precioso bosque y el río se vislumbra un poco más abajo. En algunos puntos llega la tentación de salirnos del sendero y acercarnos al agua. Cumplimos la norma y seguimos el camino rodeados de robles, espinos, fresnos, encinas, enebros... Aparecen las primeras pasarelas de madera. El camino es fácil (no accesible par movilidad reducida), más un paseo que una ruta.
En el km 3 llegamos al primer mirador. Unas escaleras descienden hasta situarnos encima del río, de una impresionante poza y una pequeña cascada. Ahora podemos admirar el famoso color turquesa del agua del río. Urederra significa "agua hermosa" en vasco. La dispersión de la luz solar en el agua debida a las finas partículas del carbonato de calcio en disolución ofrece este espectáculo. Como premio secundario seis especies de mariposas rondan por la vegetación añadiendo colores variados. Llega más gente. Marchamos. Sorprendentemente, aunque somos conscientes de la cantidad de visitantes que comparten con nosotros este sitio ahora, no sentimos una masificación.
El camino sigue junto al río entre pasarelas, barandillas y diferentes miradores. En ocasiones es el travertino el que observamos en el cauce con formas caprichosas. Esta roca sedimentaria es el resultado del depósito del carbonato de calcio, disuelto en los procesos kársticos, sobre el fondo. El camino se hace sin dificultad. Estamos ya dentro de la Reserva Natural en medio de un precioso hayedo con ejemplares enormes y curiosos. Aproximadamente en el km 4 llegamos al final. Un cartel nos avisa: "Área de paso restringido por motivos de seguridad y de conservación de un espacio natural muy frágil". Hasta aquí podemos ir. Enfrente de nosotros vemos el impresionante semicírculo de las paredes calizas donde nace el río. Los buitres se dejan ver en el cielo. Allí, a lo alto, al mirador de Ubaba, iremos por la tarde para tener la otra visión.
El regreso se hace por un camino paralelo por la ladera. Aunque ya no sigue el río, aprovechamos para disfrutar del bosque, del hayedo, y de las vistas que de vez en cuando se abren hacia el oeste. Nos permite identificar perfectamente que nos encontramos en un cañón fluvial cuyas paredes se elevan más de 300 metros por encima de nosotros, hasta los 950 m a un lado y los 1000 en nuestra misma ladera. Retomamos la pista inicial para desandar lo andado.
Dejamos las mochilas en el coche y retrocedemos hasta el restaurante a disfrutar de una muy buena comida casera, sencilla pero rica y con buena atención. De postre descubrimos el goxua, un dulce con nata montada, crema pastelera, bizcocho almibarado y una capa de caramelo crujiente. Y fuera, tras una caminata de calor, una lluvia de verano refrescaba el ambiente. Queda el recuerdo de una jornada suave, tranquila y maravillosa.
# Más información:
- Resolución de limitación de acceso.
- Web del Nacedero del Ureederra.
- Web del Valle de Amescoa.
- Web de Espacios Naturales de Navarra.
- Web del Parque Natural Urbasa-Andía.
# Enlace al álbum en Amazon Photos
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