Los miradores de Pena Corneira

Monumento Natural

Miradores de Pena Corneira

Distancia: 3 km
Tiempo aproximada: 45 minutos
Desnivel (positivo): 2 h
Circular: sí
Inicio/fin: Área recreativa de Pena Corneira (Leiro, Ourense)
Aspectos destacados: paisaje de bolos graníticos, bosque, pasarelas de madera

En el año 2007, el entorno de la Serra de Pena Corneira fue declarado Monumento Natural. Este tipo de espacios protegidos responden a espacios o elementos de la naturaleza constituidos por formaciones de notoria singularidad, rareza o belleza que merecen ser objeto de una protección especial. En este caso, la relevancia se debe especialmente a sus formaciones geológicas. Desde diferentes puntos de los alrededores destaca una roca, a modo de cuerno, que es la referencia: Pena Corneira. No es especialmente alta, con sus 674 m, pero su forma y su situación son inconfundibles.

Este espacio protegido, de 998 ha, se sitúa en la comarca ourensana de O Ribeiro, compartido por los ayuntamientos de Carballeda de Avia, Leiro y Avión. Esta pequeña sierra es una prolongación de la Serra do Suído al noroeste y la de Faro de Avión al suroeste, enclavada entre los valles del Miño y del Avia. Es un gran batolito, una afloración de rocas plutónicas, de granito de diferentes facies (como la biotítica porfirídica, es decir, con dominancia de la mica negra y diferentes tamaño de grano). La vegetación se corresponde con un ambiente oceánico con influencias mediterráneas. El roble es la especie característica.

Hay diferentes rutas, caminos o accesos para recorrer ese espacio natural: el Camino natural de Carballeda de Avia. el PR-G 78 desde Leiro, ruta dos Bolos... así como diversos puntos de aparcamiento.

Acceso

Nuestro camino parte del área recreativa de Faramontaos, junto a la iglesia de Santa María de Lamas, concello de Leiro (enlace a Google Maps).

Un paseo entre carballos y rocas

Estamos en primavera. Aparcamos junto a unas autocaravanas de lo que parecen ser escaladores que frecuentas el lugar para practicar la modalidad de boulder. Preparamos una pequeña mochila ya que prevemos un paseo corto. Hay varios paneles informativos, diferentes señales de ruta y caminos, así que toca decidir. Vamos a por los miradores, primero Outeiral y luego Castelo.

El suelo está cubierto de hojas mientras que los árboles, los carballos, están desnudos. El cielo despejado, lo que crea una luz especial, con mucha claridad y muchos contrastes. 

Empezamos a subir y vamos dejando atrás los servicios del área recreativa: merenderos, centro de interpretación (cerrado) y paneles, fuentes...

El camino zigzaguea entre los bolos de granito, enormes, erosionados. Es un paisaje espectacular. Llegamos al columpio, el balancín. Nos tomamos un descanso. La señalización es muy buena: postes de madera (con banda amarilla) que no desentonan. En algún lugar las indicaciones de zona de escalada. En poco más de un kilómetro estamos en el mirador, con unas escaleras de madera que nos aúpan a la plataforma superior, con una gran roca y el vértice geodésico. Estamos a 650 m.

Durante un buen rato disfrutamos del paisaje, unas vistas de 360 º sobre el entorno, en donde destaca al suroeste la propia Pena Corneira y el resto del espacio protegido, todo un afloramiento de rocas. Al norte el Candán (1014 m). Más al suroeste Faro de Avión (1150 m).

Hacia el Castelo

Descendemos dando un rodeo para bajar por las pasarelas de madera que ayudan a salvar las zonas más abruptas. El verde del musgo tapiza las rocas y el marrón de las hojas secas, el suelo. ¡Qué maravilla! Regresamos al área forestal (km 2) y ahora subimos hacia la derecha siguiendo los postes indicadores (con banda roja) del Castelo de Pena Corneira.

En poco más de 500 metros llegamos a la zona de excavación arqueológica del castillo y lo poco que queda de él. 

Se conoce desde el siglo XII, propiedad de Arias Pérez que lo donó posteriormente a la iglesia compostelana, En el siglo XV pasa al poder del Conde de Ribadavia que lo cede a Pedro Ruíz Sarmiento. Tras las revoltas irmandiñas el castillo es derribado.

Este no es el único valor arqueológico de la zona. Dentro del espacio protegido se han encontrado restos de un poblado tardorromano y otro calcolítico. En el paseo hemos visto varias de estas catas.

Seguimos adelante hasta la gran roca que corona el alto. Hacia atrás queda el mirador de Outeiral y en frente de nosotros la Pena Corneira. Aquí nos quedamos: un descanso, prismáticos en mano, para disfrutar del paisaje.

Regresamos por el mismo camino y ya estamos pensando en todo lo que nos queda por visitar alrededor.

Miradores de Pena Corneira

# Más información:
- Camino natural de Carballeda de Avia en Caminos naturales.
- Plan de gestión del Monumento Natural en el DOG.
- Información del entorno en GCiencia.
- Arqueología en Culturagalega.

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