Después de algún tiempo con la idea apuntada, pero sin tiempo suficiente o con otra propuestas, hoy toca recorrer por fin una Vía Verde.
En España, existen más de 3.500 kilómetros de antiguas líneas de ferrocarril en desuso que han sido recuperadas como itinerarios cicloturistas y senderistas en el marco del Programa Vías Verdes que desde 1993 dinamiza y promueve la Fundación de los Ferrocarriles Españoles F.S.P.
La más cercana es la Compostela-Tambre-Lengüelle. ¡Cuántas veces habré recorrido en tren este camino!, sobre todo en mi época de estudiante universitario. La longitud total oficial de esta vía es de 28,36 km. Teniendo en cuenta que nos toca hacerla ida y vuelta... cogemos la bici.
Acceso
Con el bici en el coche, me dirijo a la estación de Cerceda-Queixas (enlace a Google Maps), ahora reconvertida en albergue municipal, cafetería y restaurante. El día amenaza lluvia y hace más frío del que debiera para ser marzo.
Son cuatro los concellos que cruzaremos: Cerceda, Oroso, Tordoia y Ordes.
Arrancamos. El primer tramo que hago es "falso", no tiene salida tanto en un sentido como en otro. Por eso hay que seguir las indicaciones que te llevan sobre el puente de la antigua vía en Tourío. Se trata de un tramo de enlace hasta llegar a la verdadera vía. Tenemos dos opciones. La oficial es continuar por carreteras locales pasando por Recegulfe, Queixas y As Chousas. La segunda, la que escojo, es cruzar por pistas de monte cruzando el alto de A Revolta para luego bajar hacia el meandro del río Lengüelle. Esto es O Telleiro, donde un puente cruza el río. Esta es zona común de las dos opciones, que se volverán a juntar definitivamente más adelante. Van unos 6 km de ruta.
Aproximadamente en el km 7,5 retomamos la verdadera vía, en lo que sería la salida del túnel antiguo, que queda unos 300 metros hacia atrás. El firme es ahora de tierra compactada y se acabó el desnivel, lo que queda es prácticamente llano, pero en un constante descenso casi imperceptible. A la derecha queda siempre el río Lengüelle. A lo largo del camino se sitúan "áreas de descanso" cada pocos kilómetros, con paneles informativos, bancos... En los cruces siempre hay señalización. La mayoría de ellos son con carreteras locales sin apenas tráfico, excepto en el km 11 que cruza la AC-413 de A Silva a Ordes.
Durante un par de kilómetros cambiamos al ayuntamiento de Ordes. Los taludes laterales de la antigua vía no permiten ver el embalse de Vilagudín que queda a la derecha. Sigue lloviendo y estoy empapado. El suelo está encharcado y las ruedas parecen pegarse a la tierra. ¡Qué desesperante ir tan lento! Acabo de entrar en el concello de Tordoia. Aquí se encuentra el apeadero de Gorgullos-Tordoia, abandonado, pero con el bar Rosende a su lado por si queremos parar.
Lo siguiente es el área de descanso de Ponte Liste, aproximadamente en el km 17,5, un poco antes de la estación de Ordes-A Pontraga, en el km 20. Está acondicionada como área de descanso y es un buen sitio para reponer fuerzas. Aquí hay que cruzar por debajo de la vía nueva, que va casi en paralo aunque sólo se la podía ver en tramos muy cortos. De nuevo cruzamos la vía en el km 21,5, a la altura del área de descanso de Ordes-Fosado. Ahora las visas son más abiertas, con grandes prados a ambos lados... y el viento más fuerte. Al fondo veo el túnel da Costa. Es corto, pero mejor pasar con cuidado que el firme no está tan firme.
Ya queda poco. Dejo atrás el apeadero de Trasmonte y otras dos áreas de descanso: Rego da Pena y Vilacide. Durante un tramo el camino es paralelo a la nueva vía, con la estación de Oroso-Vilacide a la izquierda. Este es un buen punto para iniciar la Vía desde este extremo, pero hay que cruzar, ya que la pista va por el otro lado. Esto se acaba. En el km 30 llegamos al punto de unión de los ríos Lengüelle y Tambre, justo en el límite con el ayuntamiento de Santiago de Compostela. Hay una especie de mirador, pero hoy está todo muy revuelto. Se acabó la Vía Verde, pero por curiosidad seguimos unos metros hacia delante.
¿Se acabó? Toca volver. Como algo, descanso unos minutos y de regreso. Los guantes van empapados, las manos tiritan de frío y cuesta accionar los frenos. El chubasquero no aguantó la lluvia y el maillot también está mojado, lo mismo que las zapatillas. Ánimo, sólo quedan 30 km en ligero ascenso con más lluvia todavía y el ascenso final de monte.
La Vía Verde es una buena alternativa para recorrer estas tierras, pero a pie puede hacerse monótona, sobre todo los tramos encajonados en los taludes. Habrá que probar de nuevo con buen tiempo. En breve se completarán los 10 km de ampliación hasta Santiago (su primer tramo se inicia en septiembre de 2024).