Primer tramo (0-5 km)

Salimos de la carballeira de Baio, al pie del río Grande, por lo que parece lógico que para empezar sigamos el tramo del río por su orilla derecha. Camino estrecho, con algún puentecillo y sin desnivel. Nos animamos con el grupo a buen ritmo, cuando no hay atasco. De momento podemos ir disfrutando del paisaje. Dejamos atrás, a nuestra izquierda el instituto IES Maximino Romero y el campo de fútbol Platas Reinoso. Giramos hacia el norte y avanzamos hacia la Autovía (VG 1.5). Llevamos unos 3,5 km y esto va bien.

Cruzamos la autovía por un estrecho túnel de aguas, oscuro y a ritmo de unos potentes altavoces en los que suena "Highway to hell" de AC/DC. ¿Querrá decir algo sobre lo que nos espera? Salimos por unas escaleritas de madera y comienza la primera subida de verdad. Del km 4 al 5 superamos un desnivel de unos 100 metros por la ladera de la Costa do Castelo, con un trazado casi sin camino abierto entre rocas hasta alcanzar el alto de Corte das Cabras.

Segundo tramo (5-10 km)

¿Tras la subida que viene? La bajada. Cruzamos el monte de eucaliptos y después de un pequeño núcleo (Regalados), seguimos el cauce del rego de Esmorís. Más que seguirlo lo cruzamos un par de veces. En una de las orillas nos metemos en el barro hasta la rodilla por sorpresa y allí se queda atascada la zapatilla hasta que conseguimos sacarla. A partir de ahí no evitamos el barro pero si que vamos con un poco de precaución.

Pero en seguida cruzamos por última vez y vemos por donde van subiendo los que nos adelantaron. Aquí está el cortafuegos que vimos en el track: sólo 700 metros de longitud, pero con un desnivel de unos 150 metros. Según el GPS este kilómetro lo hicimos a un ritmo de 16 min/km ¡Puff! Lo peor ya está hecho, pero ahora ya sólo tenemos en la cabeza llegar a meta en el corte de 3h. Debería sobrar, pero... Desde aquí me acompaña Adrián (dorsal 113). Él me comenta que es su primer trail y que va tocado. Yo, que soy muy lento y también ando justito.

Tras la subida y bajada "rápida" entre eucaliptos y por pistas hasta llegar al km 10. Bien, una media de 10:40 min/km. Algo más de lo previsto.

Tercer tramo (del km 10 al final)
Aquí viene otro camino perpendicular a las curvas de nivel. Subida corta pero bonita con unos últimos metros entre rocas y con cuerdas por si se necesita ayuda. Así llegamos al Castelo, donde entre gritos de ánimo y cervezas nos esperan los foucellas y guardias civiles. Cumplimos con el ritual de la foto y saltar en el charco.

La siguiente bajada la hacemos con calma. Las zapatillas no agarran bien... mentira, son las piernas las que no pueden más y con estas rampas arrastramos el culo o lo que haga falta. Descendemos la Costa do Castelo que ya conocemos y atravesamos de nuevo el túnel bajo la autovía, ahora en sentido contrario.

A partir de aquí deberían quedar 3 km llanos. Para cruzar la carretera de Santiago tenemos unas escaleritas. Justo aquí viene el calambre en el aductor derecho. Hay que esperar un poco, estirar y recuperarse. Intentamos seguir a menor ritmo y parece que podemos. Adrián, que se había quedado un poco atrás, nos alcanza otra vez.

Retomamos la orilla del río Grande (ahora la izquierda) y de su afluente el río de Zas. Esta zona se nos hace conocida: estamos en el área recreativa de Pedra Vixía, y cruzamos al pie de la noria del molino. Esta orilla, ahora, es del concello de Vimianzo. Este tramo llano pero incómodo se hace interminable.

Según el GPS falta poco para 15 km cuando vemos la carballeira. Cruzamos la pasarela sobre el río y pasamos el arco. ¡Hecho! 2h 38 min. Aún sobraron 20 min ;).

Nos ha gustado mucho: la implicación del pueblo, la ambientación, el entorno, la distancia y el desnivel justo para nosotros, los callos del final... Volveremos.