Le teníamos ganas a este trail, con muy buenas referencias y en un lugar impresionante, alrededor del río Deza y en el entorno de la Serra do Candán, espacio natural protegido (Zona de Especial Conservación). Una vez más nos conformamos con la versión corta Promo de 12 km y 600 metros de desnivel positivo.

Las carreras largas ya tomaron la salida cuando nosotros llegamos, así que no hay demasiada gente, lo que nos permite aparcar con calma y disfrutar un poquito del entorno mientras calentamos. La salida es en la playa fluvial de Pozo do Boi, una represa formada en el río Deza junto a una pequeña carballeira y acondicionada para el baño y con todo tipo de servicios para pasar una jornada de descanso.

A punto de comenzar, Nico decide que aunque le asignaron la categoría cadete completará la prueba desde el inicio. Todo listo.

Salimos de Pozo do Boi entre bosques por una pista en ascenso durante un km en dirección a Pena Grande y bajada para cruzar el río (regato) do Candán.

Volvemos a ascender por camino entre matorral que se hace incómodo y accedemos a la pista principal que seguimos unos pocos metros para luego desviarnos la izquierda, bajando hasta la Casa de Canaval. Llevamos 3,5 km con pendientes suaves lo que nos permite llevar un ritmo medio de 8:30 min/km aproximadamente.

Tras un tramo de asfalto cogemos otra pista balizada como sendero PR-G 227 que corresponde a las Devesas do Candán. El paisaje a nuestra iaquierda abarca el valle del Deza y hacia delante el bosque que tenemos que atravesar. No tardamos en internarnos en el y cruzar el regueiro da Franqueira primeiro y el das Minas después. Bajamos al fondo del valle y cruzamos el puentecillo provisional sobre el Deza.

Acabamos de pasar el km 5 y toca la subida del día. Enlazando camino entre bosques, entre matorral, pistas de tierra y por último asfalto, llegamos a A Moa. Dos fuentes vienen de maravilla para refrescarnos y alcanzar el avituallamiento. Km7,5, altitud máxima de aproximadamente 650 m y ritmo medio de 9:30 min/km tras la cuesta.

300 metros de asfalto en descenso rápido y giramos a la izquierda para meternos en el bosque que veíamos desde enfrente hace media hora. Tramo muy bonito y natural, muy corrible que se convierte en el que más disfrutamos de toda la mañana. Cruzamos el rego de Chedas y rodeamos la pena de Panos. Siempre con el Deza a nuestra izquierda bajamos a la zona de Gondoriz y discurrimos por la última pista de tierra y prados que nos acercan al destino.

La llegada es preciosa, corriendo por el borde de la piscina artificial, con la gente que ya ha llegado dándose un baño y animándote. Cruzamos el Deza por última vez y pasamos bajo la pancarta de meta.

Los datos finales del GPS hablan de 13,5 km en 2 h 01 min 30 s a un ritmo medio de 9:00 min/km. Ni tan mal.

La post-carrera también está fenomenal: barra de cervecita, bañito en la piscina, ánimos a los corredores de las otras pruebas, tienda de camisetas... Así entretenemos el tiempo a la espera de la entrega de trofeos, que Nico tiene que recoger el suyo como único cadete que terminó, con 1 h 47 min.