Lugar: Torres do Allo (Concello de Zas, A Coruña)
¿Qué es? Pazo con torres erigido entre los siglos XV y XVII
¿Qué ofrece? Museo. Visitas guiadas e individuales. Atención al público
Acceso: Desde la carretera AC-552 de A Coruña a Fisterra (o desde la A55, desvío señalizado en el kilómetro 56.
Nos situamos en la primera mitad del siglo XV. En este lugar quedaban los restos de una fortaleza que los Reyes Católicos mandaran destruír. Sobre ellos, el hidalgo Gomes de Rioboo Villadefrancos hizo construir este pazo. La familia, vasallos de los poderosos condes de Altamira, procedía de la cercana Torre da Penela (Cabana de Bergantiños). Alonso Gómez (nacido en 1460) fue el primer señor do Allo.
Originalmente constaba de una sola torre, a la que posteriormente, en la segunda mitad del siglo XVII, se le añadieron el cuerpo central y la torre sur. Poco a poco, a lo largo del tiempo se irían añadiendo (y suprimiendo) elementos: el jardín, los hornos, la fuente...
A finales del XIX empieza a escribirse el último párrafo de su historia. A la muerte de Nicolás María Rui-Gomes Rioboo, su viuda se casó en 1869 con Vícotr López Seoane, uno de los primeros y más importantes naturalistas gallegos. Ya en el siglo XX la familia se trasladó a A Coruña, con lo que la propiedad estuvo ocupado sólo por la servidumbre hasta 1950 en que quedó en abandono.
La Diputación de A Coruña llegó a un acuerdo con la familia López-Rioboo en 1998 para su compra y recuperación. En 2005 se abre al público.
El acceso a las Torres se realiza desde la AC-552 por una avenida entre plátanos y carballos, dejando a la derecha la iglesia de San Pedro do Allo, del siglo XVI, mandada construir por el señor de las Torres. La construcción, de estilo renacentista, es un pazo, quizás originalmente el más antiguo de Galicia. Está rodeado por una muralla en la que se abre el paso a la vivienda, dejando en el exterior los hórreos.
El cuerpo principal es rectangular con dos pisos. En cada extremo dispone de una torre de planta cuadrada, de tres pisos. La norte es más antigua, de finales del XV, protorrenacentista, mientras que el resto del conjunto es más moderno (s XVII), siguiendo el estilo original. Es en las torres donde se encuentran los ornamentos góticos más llamativos: decoración vegetal, escudos, gárgolas, saeteras en cruz, balcones, etc.
Con su recuperación, actualmente está convertida en museo-centro de interpretación. En su interior, si tienes la suerte que te reciba una buena guía, te contarán con detalle las características e historias de las Torres. Y si pones un poco de interés, podrás conocer detalles curiosos e interesantes. Al recorrer las distintas estancias, nos encontramos con diferentes elementos expositivos (algunos acertados, otros no tanto) sobre temas diferentes como artesanía de olería, la vida en la casa tradicional, genealogía de la familia, herramientas del campo, elementos arquitectónicos de la Torre, el paisaje del entorno...
Una vez acabada la visita al pazo, vale la pena un paseo por el huerto trasero o por la carballeira cercana con la fuente de San Ramón.
En la web de turismo de Zas puedes encontrar información de contacto y los horarios de visita.
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