Distancia: 4 km
Tiempo aproximada: 2 h
Desnivel (positivo): 600 m
Circular: no (ida-vuelta)Inicio/fin: Área recreativa de Pumares
Aspectos destacados: en una comarca con gran profusión de recursos etnográficos, recorremos un bosque autóctono a orillas del río Agüeira hasta la cascada o "seimeira".
En la zona occidental asturiana, limítrofe con la provincia de Lugo, se encuentra la comarca de Los Oscos (Oscos-Eo). En la zona interior la densidad de población es muy baja, lo que unido a una altitud media de 600 metros, le confiere a su entorno un carácter eminentemente rural y en el que domina la actividad ganadera de vacuno. Su naturaleza, aunque modificada por el ser humano, la hace especialmente atractiva para las rutas de senderismo y la observación de flora y fauna. Esta comarca se encuentra incluida en la Reserva de la Biosfera.
Uno de los concejos con más interés en este sentido es el de Santa Eulalia de Oscos, en cuyas proximidades, en Pumares comienza la Ruta de la Seimeira.
Acceso
Desde Santa Eulalia de Oscos, salimos en dirección Pumares. A medio kilómetro del desvío principal, en una fuerte curva está el aparcamiento del Área recreativa de Pumares. Los paneles informativos indican el inicio de la ruta.
Ruta
La ruta corresponde al sendero PR-AS 116.
El río Agüeira nos va a acompañar ya desde el mismo inicio en el área recreativa. Lo seguimos por su orilla izquierda y entramos en Pumares. Un antiguo mazo nos recuerda el pasado de una intensa actividad herrera que se mantuvo hasta 1956.
Dejando siempre el río a la izquierda, nos internamos en un camino flanqueado de forma intermitente por muros de piedra que delimitaban propiedades, soutos o lindes. El sendero discurre por un precioso bosque autóctono de ribera de fresnos, avellanos y sauces, acompañados de robles y castaños centenarios. A lo largo de la ruta las señales nos guían sin pérdida posible.
Aproximadamente en 1,5 km, tras una subida dura pero corta, llegamos a la aldea abandonada de Ancadeira. Aquí vivían tres familias en un entorno rodeado de castaños, piedra y agua. Un único camino, el que llevamos, cruza entre las construcciones en ruinas.
Un poco más adelante llegamos al Valle del Desterrado, conocido así por la leyenda que lo rodea, que se puede leer en un panel a orillas del río. Las pequeñas construcciones casi circulares de las que apenas quedan unhas filas de piedra en pie son curripas, secaderos de castañas, instalados en un precioso souto de castaños. Estamos ya en una pequeña zona acondicionada como merendero. Si cruzamos el río (a la izquierda), podemos acercarnos en 1,5 km hasta el lugar de Busqueimado y sus famosos tejos que son monumento natural. Siguiendo de frente nos faltan escasamente 300 metros para poder contemplar ya la base de la cascada.
Detrás de unas rocas en un estrechamiento aparece la caída de agua y la poza que se forma a sus pies. Dependiendo de la época del año, es probable que el follaje no nos deje apreciar los 30 metros de altura. Existe la opción de un camino empinado y resbaladizo que sigue un tramo cascada arriba para observar la parte superior más de cerca (¡cuidado con los resbalones!). Vale la pena venir en diferentes estaciones para apreciar la diferencia de caudal.
El regreso se realiza por el mismo camino.
# Más información:
- Comarca de Oscos-Eo y sus rutas de senderismo. Se puede descargar aquí el pdf de la ruta.
- Descripción de la ruta en el blog Rutas por Asturias.
# Enlace al álbum de fotos.
AI Website Software