Distancia: 6,6 km
Tiempo aproximada: 2,5 h
Desnivel (positivo): 309 m
Circular: siInicio/fin: Castrelo (Mazaricos, A Coruña)
Aspectos destacados: recorrido por una de las pocas "devesas" o bosques autóctonos que quedan en la zona occidental gallega.
Dicen de este bosque, la devesa de Anllares, que es la masa forestal autóctona más occidental de Galicia, la segunda mayor de la provincia de A Coruña, así como uno de los bosques mejor conservados de Europa. Como tantos otros, secularmente fue aprovechado para la extracción de leña y otros recursos, pero su abandono redundó en su conservación y en la desaparición de los antiguos caminos.
La principal superficie de bosque ocupa unas 80 hectáreas, continuada a lo largo del río por otras menores. En cuanto al río Xallas, aguas arriba está afectado por tres embalses (da Fervenza, da Ponte Olveira y de Castrelo) y aguas abajo por el de Santa Uxía; cuatro presas en menos de quince kilómetros de río. Por lo tanto, a pesar de su aspecto natural y del bosque que lo rodea, en este tramo el curso fluvial está muy afectado por los aprovechamientos hidroeléctricos.
Acceso
Iniciamos la ruta en Castrelo. Para llegar hasta esta aldea llegamos en unos 11 km desde A Picota (Mazaricos) y pasando por Colúns. Atravesamos Castrelo y aparcamos en la entrada de una pista de tierra.
Ruta
Comenzamos por una pista de tierra bordeando la devesa por el sur y descendiendo hasta el nivel del río Xallas. Tras dejar atrás un prado y sortear un pequeño valado de piedras nos dirigimos ya hacia el camino de pescadores. Todo el tiempo caminamos por la orilla izquierda del río, a contracorriente.
Poco a poco nos internamos en un intrincado ecosistema. A un lado tenemos el bosque de ribera, dominado por los alisos, sauces y avellanos, mientras que al otro, de forma continua, se extiende la devesa formada por los carballos con su sotobosque de acebos, ruscos y helechos y las rocas tapizadas de musgo. A pesar del paisaje, tenemos que prestar mucha atención a donde pisamos, ya que el sendero se pierde y está cruzado de ramos y arbustos, con agujeros y canales que con frecuencia hacen difícil la caminata.
Cuando llevamos unos 2,5 km llegamos al recodo más pronunciado del río, Pozo Negro, un lugar precioso y lleno de encanto... si no fuera por la reciente construcción de una minicentral hidroeléctrica (¡otra más!) en la orilla de enfrente, con sus consecuentes pistas de acceso y tendido eléctrico.
Pasado el km 3,5, estamos a punto de alcanzar otra de las curvas del río, pero el camino se hace intransitable y tenemos que tomar un atajo. Si hubiéramos seguido el cauce rodearíamos el promontorio de Os Castros y alcanzaríamos la presa del embalse de Castrelo, que proporciona el agua a la minicentral. Al no haber camino nos dirigimos pendiente arriba, campo a través en dirección SE. Es mucha cuesta pero se anda bien entre vegetación baja. Buscamos en la parte alta una pista de tierra y la seguimos hacia la derecha.
Los últimos tres kilómetros los hacemos por estas pistas (siempre tomando la más cercana a la devesa) hasta llegar de nuevo a Castrelo. En contra de lo que pudiera parecer en cuanto al interés natural, nos encontramos en un ecotono entre el bosque y el matorral. Si vamos con atención podremos observar una gran diversidad de mariposas, libélulas, coleópteros, aves (no olvidemos mirar al cielo de vez en cuando).
# Más información:
- Blog Capítulo Cero.
- Información en El País de las nuevas centrales hidroeléctricas (2012)
# Enlace al álbum de fotos.
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