Distancia: 7,7 km
Tiempo aproximada: 3 h
Desnivel (positivo): 4 m
Circular: no (ida-vuelta)Inicio/fin: Refugio de Verdes
Aspectos destacados: bosques vluviales a orillas del Anllóns; molinos de río; geocaching.
El refugio de Verdes (concello de Coristanco) es un lugar habitual de entorno natural para un agradable día de campo. Se encuentra situado a orillas del Anllóns, río que desde ya antes de Carballo y hasta su desembocadura está integrado en el espacio natural protegido bajo el nombre "Río Anllóns" (LIC, ZEC), con un total de 162 ha, todas ellas en una estrecha franja fluvial.
En Verdes, el Anllóns se deshace en varia corrientes que separan islotes. Esto se debe a una curiosidad geológica: un lecho del río de roca metamórfica (gneis) perpendicular a su curso. Este lugar fue tradicionalmente aprovechado para instalar hasta quince molinos de río, algunos de los cuales están actualmente recuperados. El entorno se completa con puentes, bancos y mesas, senderos... que hacen de este lugar un punto de visita de mucha gente en momentos concretos del año, sobre todo en verano. En caso de ir uno de estos días, debemos tener prever donde dejar el coche, ya que se producen atascos en el último tramo de carretera.
Esta ruta es un tramo (en ida y vuelta) de otra más completa que enlaza Verdes con la desembocadura del Anllóns en Ponteceso, formando la ría de Corme.
Inicio y tramo de ida
Comenzamos la ruta en el propio lugar de Verdes, recorriendo los "islotes" a través de los puentes y visitando los molinos. Nos situamos en la orilla izquierda del Anllóns, en el molino más al norte, el grande. Por detrás de él, tras cruzar un pequeño puente, sale un camino paralelo al curso del río.
La senda discurre entre el bosque de ribera, en el que domina el aliso, acompañado de carballos, fresnos, avellanos, arraclanes... Estes tramo es una delicia para los sentidos, con el frescor de la fraga y el correr del agua. En algunos momentos, pequeños pinares interrumpen el bosque de hoja caduca y nos dan la oportunidad de observar diferentes especies de pájaros. No te pierdas los carboneros, mosquiteros, arrendajos o el sonido de algún picapinos. En algunas zonas incluso tendremos que caminar por las rocas que delimitan el propio cauce.
En unos 2 km, tras pasar una zona de pastos, llegamos al puente de Ponte Dona, un paso en el que cambiamos de orilla, con lo que pasamos al concello de Ponteceso. Pondal cita este puente en su obra "Queixume dos pinos", junto a otros lugares del entorno como Verdes, Corcoesto o Santa Baia. Fue restaurado en 2012, dos años después de las inundaciones. Nuestra opción es continuar por la orilla del río, junto a los prados y cruzar por debajo de la carretera. Mala elección. Un poco más adelante el camino prácticamente desaparece entre el maizal primero y entre los matorrales después. Por fin casi un kilómetro después volvemos a encontrar la senda despejada, al pie de unas ruinas.
En esta zona ya empieza a notarse en el cauce los efectos de la presa: el río se hace más ancho, las aguas van más calmas y la vegetación de la orilla se hace espesa. Al otro lado, observamos la construcción de la capilla de Santa Mariña. Tras una pronunciada curva, el camino comienza a ascender, pero nos fijamos en una piedra con una flecha roja, desgastada, que señala hacia la izquierda. Es el desvío hacia la presa, en medio del bosque y sin apenas camino.
Llegamos al pie de la pequeña presa, que embalsa todo el cauce del Anllóns. Es la captación de agua para la central hidroeléctrica de Corcoesto, construida en 1990 en el ayuntamiento de Cabana de Bergantiños. Vale la pena detenerse un momento en este lugar. A pesar de la presa, el sitio tiene sus encantos: el agua fluyendo en cascadas por las gradas, la vegetación asomando, las libélulas revoloteando arriba y abajo...
Aquí acaba nuestra ruta, pero aún toca volver.
Tramo de vuelta
Deshacemos lo andado hasta el camino principal y nos entretenemos con la búsqueda de un caché (geocaching) en el que depositamos un compañero viajero, el travel bug "Derek the dolphin", traido desde Santillana del Mar (Cantabria).
Para evitar el paso del maizal y los prados seguimos, a partir de las ruinas, una pista forestal paralela al río que nos lleva rápidamente hasta la carretera y desde aquí, de frente y bordeando una casa, hasta volver a Ponte Dona y deshacer lo andado, disfrutando de cada rincón del río y del bosque.
# Más información:
- Espacio natural protegido en la web de la Consellería.
- Información de la ruta completa en la web de Caracochas.
# Enlace al álbum de fotos.
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