Actividad: Observación de aves
Fecha: febrero 2024
Lugar: laguna de El Oso (Ávila)
Especies observadas: 20 sp (lista en ebird)
En la estepa cerealista avulense las zonas húmedas representan áreas de un gran valor ecológico. Al norte de la capital, Ávila, se encuentra la comarca de La Moraña. La principal laguna de este complejo es la laguna del Oso, también conocida como del Hoyo.
Está incluida en el catálogo de zonas húmedas de la provincia, en su ampliación del año 2001. Pertenece a la cuenca hidrográfica del Duero, subcuenca del Adaja. Se sitúa a 885 m sobre el nivel del mar, con una superficie de 15,88 ha y una profundidad máxima de 0,36 m. Sus márgenes están dominados por Juncus inflexus y Scirpus maritimus. Se trata de una cubeta arcillosa que forma una cuenca endorreica estacional. Entre sus valores naturales destacan las cifras de aves invernantes y migratorias: alrededor de 500 grullas, 1200 anátidas de varias especies y más de 500 ánsares, hasta un total de 169 especies. Entre las nidificantes: cigüeñuela, avefría o aguilucho lagunero y entre las esteparias: avutarda, sisón o ganga ortega.
Vamos con poco tiempo, así que nos vemos obligados a no visitar el Centro de Interpretación (hay que avisar previamente) ni recoger las llaves de los observatorios (en un bar del pueblo de El Oso). Tampoco completaremos la ruta circular, haremos sólo unos 2 km.
Observatorio 1
Caminamos un tramo por la orilla oeste. Aparcamos en la pista de tierra (tras pasar la tienda de neumáticos, enlace a Google Maps), al pie de los paneles informativos de la laguna. El camino, la pista, borde la laguna. Una alambrada a la derecha impide al acceso al espacio natural y cuando no, nos encontramos con los carteles de "límite de la zona de la observación". Esto es muy positivo para las aves, a la vez que hace casi obligado el uso del telescopio. Hace frío pero menos de lo esperado, unos 2 ºC, soportable, excepto para las manos que manejan los prismáticos o la cámara.
Las primeras en aparecer son las avefrías, en pequeños grupos. Al fondo, sobre la estrecha lámina de agua distinguimos ánade rabudo, pato cuchara, ánade real y algunos ánsares comunes. Hacemos una parada en el observatorio y al pie de este hacemos un barrido. Entre los paseriformes podemos fotografiar el escribano triguero, la cogujada o la tarabilla europea. Algunos grupos se levantan al paso de un aguilucho lagunero. Por ahí identificamos también un par de tarros blancos.
Un poco más adelante observamos más cerca una prolongación de la laguna. Aquí están las cigüeñuelas y las avocetas. En el medio de ellas un solitario archibebe oscuro. En vuelo, algunos bandos de limícolas que no podemos identificar, quizás chorlito dorado. Aunque sabemos que quedan algunas grullas, sabemos que no es la mejor hora. Echamos un vistazo pero no observamos ninguna.
De regreso, evitamos como podemos el barro arcilloso y pegajoso de los charcos, que se engancha en las botas ¡y de qué manera las hace pesar!
Observatorio 2
Cogemos el coche para trasladarnos hasta el otro observatorio. Conducimos por la pista pasando por delante de la embotelladora de agua mineral y aparcamos junto a la caseta, al pie de unos pocos árboles (enlace a Google Maps). Dentro hay ya pajareros, no queremos molestar y quedamos debajo. Hacemos un barrido con el telescopio entre las anátidas y además de las ya vistas añadimos cerceta común y ánade silbón. Muy cerca los ánsares y sobre un poste bajo el aguilucho cenizo.
Ya de retirada nos detenemos unos minutos con los vuelos del milano real, cernícalo común y cigüeña blanca. Cerramos la lista de especies en 20.
No tenemos más tiempo en esta escapada rápida. Nos queda pendiente volver para ver y fotografiar las grullas. Las citas de eBird nos indican que aún quedan por aquí unas 40.
Más información:
- Web del Centro de Interpretación.
- Web de Turismo de la Diputación de Ávila.
- Datos en la web de TRINO.
- Vídeo de RTVE (La aventura del saber) de la Reserva ornitológica de la SEO.
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