En 1978 comenzaron las excavaciones en los yacimientos de la Sierra de Atapuerca (Burgos). En 1992 aparece en la Sima de los Huesos uno de los cráneos (Cráneo 5, Homo heidelbergensis) que más fama le han dado a este yacimiento y en 1994, en la Gran Dolina, restos da una nueva especie a la que se denominó, más tarde, Homo antecessor, de 850 000 años, que representa el homínido más antiguo encontrado en Europa.

Dos de los codirectores del Proyecto, Bermúdez de Castro y Carbonell son los autores de este libro, uno más de la lista de textos a los que ha dado lugar Atapuerca. Además, ambos han anunciado que este año 2024 llega su jubilación tras más de 30 años al frente del proyecto junto a Juan Luis Arsuaga.

El título lleva a pensar en un libro de evolución humana... Pues no, o por lo menos no es su intención principal. Los autores hacen una narración de lo acontecido alrededor del proyecto desde 1994 en lo que hace referencia a la aparición de los restos de H. antecessor. Entre estos hechos destacan los primeros pasos con poca financiación y los desencuentros con los políticos de turno, los hallazgos importantes y como se gestionan desde el punto de vista académico y de publicidad, tan importante para conseguir y mantener las aportaciones económicas.

Continúa con los nuevos descubrimientos, los avatares para publicar el artículo en las revistas científicas o los viajes por Europa para presentar los fósiles y las nuevas ideas, no fáciles de aceptar, de una ocupación más ancestral de lo que se daba por hecho de homininos en este continente.

La publicación en Science en 1995 fue el punto de inflexión. En 1996, durante un viaje académico a Italia decidieron dar el paso de describir los fósiles como una nueva especie y así fue como, sobre una hoja en blanco se fueron proponiendo diferentes nombre hasta que tomó forma el que finalmente da el título al libro.

La siguiente parte del libro nos habla ya de un yacimiento asentado a nivel internacional, con nuevos descubrimientos, dataciones, publicaciones y nuevas teorías sobre la evolución humana, el lugar de cada especie, los contactos con otros equipos de investigación con nuevas técnicas, la concesión del premio Príncipe de Asturias, la creación de la Fundación Atapuerca, etc. El último capítulo y el epílogo se introducen de nuevo en la historia evolutiva del ser humano, resumiendo los hechos que llevan a los autores a proponer un nuevo giro, "una nueva teoría que explicaría los datos que se han ido obteniendo desde que en 1994 aparecieron los primeros fósiles en el nivel TD6 del yacimiento de la Gran Dolina".

El principal objetivo del libro, y su valor dentro de las publicaciones sobre el tema ya existentes, es la narración en primera persona de las experiencias vividas estos últimos 30 años alrededor de Atapuerca por los dos autores y coautores. Por el medio del texto leerás críticas a los políticos correspondientes, malas prácticas arqueológicas en busca urgente de un fósil que justificara una campaña, dudas sobre la participación de otros equipos por miedo a perder el protagonismo, los malos tragos tras una publicación científica... Echamos en falta referencias a otros elementos del yacimiento (nulas o escasas) también destacables, algunas páginas contienen opiniones muy sesgadas (obvio, son de los autores) y los diálogos que se presentan están muy forzados.

Nos quedamos con el valor de la narración histórica de dos de los protagonistas de este gran yacimiento, clave en la evolución humana, que es Atapuerca y que tanto le debe a la empresa británica que abrió el paso para una vía que fue abandonada diez años después y dejó a la vista la Trinchera del Ferrocarril.