La Editorial RBA ha sacado una colección de libros de divulgación con el título "Grandes ideas de la ciencia". Se distribuye en 40 entregas, centrados en la Física y las Matemáticas, dedicados a mentes brillantes y sus logros, como Pitágoras, Planck, Curie, Bohr, Tesla, etc.

El primer fascículo (libro, en realidad) tenía que estar dedicado al que es considerado como la mente más brillante del siglo XX, Albert Einstein, y a su revolucionaria teoría de la relatividad. Un libro como este debería tener, a priori, un par de dificultades: aportar algo nuevo a lo mucho que ya se ha escrito sobre Einstein y, como es su objetivo, alcanzar a divulgar de forma inteligible una teoría tan compleja como la relatividad. Y lo consigue.

El texto no es científico, tampoco es una biografía. Es una apasionante mezcla de ambos. Desde las primeras páginas va alternando los episodios vitales de Einstein con sus avances en la física, ligando ambos aspectos y haciéndonos ver como uno depende y modifica al otro.

Vemos a un Einstein en su faceta personal, como era su familia y como influyó su tío en él (con sus empresas de ingeniería eléctrica), sus matrimonios, sus dificultades vitales... Y también sus relaciones con otros científicos y matemáticos de la época que tuvieron parte de culpa en los avances de la teoría: Lorentz, Grossman, Bohr o Planck.

En buena parte del texto se explica con claridad lo que supusieron las ideas de Eisntein, de tal forma que es relativamente sencillo de seguir y de entender, como ocurre con los principios de la relatividad, la contracción del espacio o el aumento de la masa de un cuerpo con la velocidad con que este se mueva. Lo que lleva a la generación de la ecuación más famosa de todos los tiempos: "si un cuerpo cede la energía E en forma de radiación, disminuye su masa como E/c2 [...]; la masa de un cuerpo es una medida de su energía".

Y no podían faltar ejemplos muy claros de todo esto, intercalados con las anécdotas más representativas:

- Es decir, si fuéramos capaces de transmutar nuestra masa en energía (63,5 kg), lograríamos satisfacer las necesidades energéticas de un país entero a lo largo de un año (140 millones de tep).
- La masa aumenta con la velocidad. Es un efecto imperceptible a velocidades bajas. Una persona que camina gana 0,00000000000000001 veces su masa.
- Dos episodios simbolizan el proceso de iniciación de Einstein en la ciencia: el regalo de un brújula, que le entregó su padre cuando tenía cuatro años, y la lectura de un volumen de geometría euclídea.
- En 1922 Einstein recibe el premio Nobel de Física, no por la teoría de la relatividad, sino por su explicación del efecto fotoeléctrico.
- Albert Einstein murió en la madrugada del 18 de abril de 1955. A su lado descansaban incompletas, las ecuaciones que había garabateado a lápiz antes de dejarse vencer por el sueño. Justo antes de morir consiguió burlarse una vez más de los gestos altisonantes que tanto aborrecía. Sus últimas palabras las susurró en alemán, al oído de una desconcertada enfermera del turno de noche, que no entendió una sílaba y no pudo rescatarlas para la posteridad.

En 1905 Einstein publica varios artículos. Uno de ellos "Sobre la electrodinámica de los cuerpos en movimiento", de 30 páginas, es el germen de la relatividad especial (en un apéndice enviado a la misma revista tres meses después se recogía la famosa fórmula). Vale la pena echarle un vistazo aunque nos perdamos entre las ecuaciones.

Un libro muy recomendable para entrar en el mundo de la física moderna y conocer de primera mano como se gestó una de las grandes teorías del siglo XX. David Blanco Laserna es un físico teórico metido a escritor. Ha editado una amplia gama de libros de divulgación (sobre todo matemáticas) y de colecciones juveniles en los que la ciencia es el nexo de unión, para la editorial Anaya. Son ya más de 30 libros.