Angelica pachycarpa
Nombre: Angélica
Especie: Angelica pachycarpa
Familia: Apiaceae
Orden: Apiales
Clase: Magnoliopsida
División: Magnoliophyta
En cualquier paseo por la costa gallega se hace patente lo especial de la vegetación litoral sobre los acantilados. En esta zona supralitoral a la que llegan las salpicaduras las plantas tienen que luchar con el viento, el suelo rocoso y la competencia por el espacio. Es el reino de Anthyllis vulneraria, Asplenium marinum, Silene uniflora, Armeria pubigera, etc., plantas que caracterizan la alianza Crithmo-Armerion maritimae, pero también de los brezales y tojales de acantilados costeros atlánticos. Cada una de ellas merecería una mención especial pero vamos a destacar otra: Angelica pachycarpa.
¿De qué planta hablamos?
La angélica, a veces conocida como rabaza en gallego, nombre de otras apiáceas, es una planta herbácea, perenne, cuyos tallos estriados surgen de un grueso rizoma y pueden alcanzar un metro de altura y cinco centímetros de diámetro. Las hojas, sésiles, están divididas (dos veces pinnatisectas), triangulares, de gran tamaño con 18-45 cm y de color verde brillante, lustroso y sin pelos. Las últimas divisiones son entre ovadas y lanceoladas, con el margen dentado.
En detalle, el ápice de estos dientes es blanquecino. Como todas sus familiares tienen una vaina (base foliar) muy aparente e hinchada que rodea el tallo.
Las flores forman umbelas con entre 15 y 25 radios pelosos, muy compactas. Las pequeñas flores tienen cáliz con cinco dientes poco marcados, cinco pétalos amarillo-verdosos, con cinco estambres y un ovario ínfero con dos estilos cortos. La floración se produce entre junio y septiembre.
¿Dónde?
Es una planta característica de los acantilados atlánticos, siempre bajo influencia marina, es decir, a una altitud entre los 0 y los 80 metros sobre el nivel del mar y próxima a la costa. Su preferencia por suelos soleados y secos, ácidos, le hacen compartir espacio con tojales y brezales.
Su distribución es limitada ya que se trata de un endemismo noroccidental ibérico, desde la playa de Liencres (Cantabria) como punto más oriental y las portuguesas Islas Berlengas como punto suroccidental. Por lo tanto todo el litoral gallego queda dentro de su área.
Una vez que la ves y la identificas se te queda grabada. Personalmente tiene un valor especial, tanto por ser endémica como por pertenecer a la vegetación litoral que tanto me gusta en unos paisajes tan especiales como los acantilados gallegos.
Más información
- Ficha en Flora Ibérica.
- Listado de plantas endémicas, raras o amenazadas de España.
- En el blog Flora de Galicia.
- En la web Asturnatura.
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